miércoles, 28 de mayo de 2014

Ciencia... de la utilidad a...



“Muchos se quejan de la ignorancia de las mugeres; pero muchos también muchos han querido sostenerla como una garantía de felicidad para ellos y de seguridad para sus padres o para sus esposos (sic)”[1].  Las mujeres eran consideradas como un grupo de personas que tenían que ser instruidas, sólo para satisfacer un estatus que le brindaba el tener conocimientos de los cuales pudiera echar mano para poder realizar las labores domésticas.

La ignorancia como sinónimo de felicidad, y la adquisición de conocimientos dejan al bello sexo entrar a un círculo muy cerrado, el cual era liderado por un conjunto hombres. En este apartado, El Semanario de las Señoritas Mejicanas se enfoca  primordialmente a la tarea de preparar a las mujeres para cumplir con el rol asignado los la elites dominantes, convirtiéndola en la guardiana del honor familiar.

El conocimiento que se les brindaba, se muestra en diferentes enunciados, era una cuestión innata la cual sólo se tenía que asociar con los distintos quehaceres diarios los cuales les provocaban mil preocupaciones al sexo amable.  La concepción de ciencia era que “La ciencia por otra parte se limitan á un resúmen de sencillos principios y de hechos constantes que exigen ni tan largos estudios ni grandes aparatos para ser comprendidos”[2] por lo cual cualquiera podría hacer uso de ella.



[1] Ibíd. p. 27

[2] Ibíd. p. 28

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